Presentación
El artículo 3 fracción I de la Ley Orgánica, dispone que la Universidad Autónoma Metropolitana tendrá facultades para organizarse dentro de un régimen de desconcentración funcional y administrativa; el artículo 41 fracciones III y V del Reglamento Orgánico señalan como competencia del Rector General conducir las labores de planeación general para el funcionamiento y desarrollo coherente de la Universidad, así como emitir instructivos para el funcionamiento de los servicios de la Rectoría General.
En la propuesta de políticas que el Dr. José Antonio De los Reyes Heredia plasmó en su plan de trabajo, menciona que en la evolución dinámica y reciente de la Universidad, reconocida en los ámbitos nacional e internacional como líder del conocimiento por su alta calidad científica y humanística; por mantener una exitosa vinculación docencia e investigación; una preocupación permanente por preservar y difundir la cultura y la comunicación del conocimiento; con alto compromiso social y ambientalmente responsable, destacan avances normativos innovadores e incluyentes: reformas al Reglamento del alumnado, de la Defensoría de los Derechos Universitarios, para las adquisiciones (antes RADOBIS), de transparencia, RIPPPA e inclusión de las Políticas transversales para erradicar la violencia por razones de género.
El Colegio Académico aprobó en abril de 2020 el Programa Emergente de Enseñanza Remota (PEER) y su operación en ese mismo año. A partir de la experiencia académica derivada del PEER y para que, en el contexto de la emergencia sanitaria, el alumnado tuviera la opción de iniciar o continuar con su formación académica en las aulas (físicas o virtuales) de la Universidad, en modalidad mixta, se creó el Programa de Transición de Enseñanza en la Modalidad Mixta (PROTEMM) como una alternativa creativa y temporal para apoyar el desarrollo de la docencia. Durante la vigencia del PROTEMM, que inició en el trimestre 2021-O, ha sido posible impartir UEA de forma remota, presencial o empleando una combinación de ambas.
La comunidad universitaria debe desarrollar una capacidad crítica e innovadora para usar y detectar las restricciones, apoyos y andamiajes que la circunstancias ponen en el camino, adecuar las acciones a los contextos, aprovechar el impulso al cambio derivado de la pandemia de la COVID-19, recuperar nuestras experiencias y construir algo nuevo y mejor. Es tiempo de mirar nuestra historia, valores y compromisos y repensarnos con altura de miras, usar la flexibilidad que nos otorga la autonomía para juntos, volver a trazar el camino que deseamos.
Debemos colocar los valores como eje vertebral de nuestra reflexión, ejemplificarlos y vivirlos, pues construyen el carácter de las y los jóvenes y es ahí donde podemos incidir. La UAM puede afirmar equilibradamente valores científicos y humanistas, para lograrlos debemos cambiar de manera ágil, pero prudente y meditada; conocer los problemas para enfrentarlos con nuestros valores.
Nuestra complejidad estructural y funcional, nos lleva a considerar que no debemos buscar soluciones puntuales que corrijan síntomas, sino lanzarnos a una transformación sistémica compleja, en distintos niveles, con el respaldo y la participación de la comunidad universitaria. La tarea es vasta, la capacidad de nuestra comunidad mayor. Tenemos los valores y las perspectivas adecuadas, sabemos reconocer las restricciones y encontrar los apoyos correctos. Es momento de (re)pensarNOS como Universidad y (re)construirNOS con ella.